DERROTA MOLESTA, MUY MOLESTA

Foto: Futbolred.com - Casa Editorial El Tiempo

En un partido que Millonarios tenía el control, cedió terreno en el segundo tiempo para terminar perdiendo en casa contra Nacional


Millonarios recibía en Casa a Nacional. Como hincha, es de los partidos que no se quiere perder. El equipo volvía a su esquema nominal habitual, modificado solo en la punta derecha por Hinestroza que reemplazaba a Jair Palacios, lesionado durante la semana.

Millos salió con el 4-3-3, presionando al rival y con tenencia de balón, obligando al visitante a resguardarse. Si bien Nacional apostó en los primeros minutos a doblar marcas cuando Duque y Rojas tenían el balón, el equipo con dinámica superaba dicha estrategia. La izquierda fue una punta importante donde Elicer y Machado no solo se entendían en ataque, sino que en defensa rotaban de tal forma que controlaban bien a Bocanegra y Uribe. Ese Millonarios del primer tiempo me gustó y creó opciones, las dos por izquierda, que lamentablemente Harold Mosquera erró en el momento de golpear el balón. El equipo estaba bien parado, sólido y amarró al rival, al que no dejó jugar. Un primer tiempo más táctico y de pierna fuerte donde Millonarios tuvo el balón y logró llevar peligro al arco de Armani. Al final 0 a 0 y sin pensar en lo que vendría en la segunda etapa.

Hay un adagio popular que cita “Lo que está bien no se cambia”, acuñado desde la lógica de nuestros antepasados y con una alta dosis de sensatez. Esperábamos que el equipo siguiera igual ya que controlaba al rival, pero en esas cosas que uno no entiende, el equipo se replegó y cometió un segundo error aún más grande que regalar el terreno: regaló el balón.

Al regalar la tenencia, Nacional sacó ventaja y Millos se dedicó a perseguir y a ver como el visitante jugaba. Ya los delanteros no bajaban y Rojas con Duque tenían que cubrir un amplio terreno donde, como era lógico, se verían superados. Entre el 56 y el 61 dos jugadas de peligro del rival a manos de Dayro y Uribe que nos quitaron el aliento. Ahí, justo ahí, el equipo necesitaba cambios, no solo para fortalecerse en posición defensiva, sino para tener el balón y no dejar a Nacional jugar, cosa que se demostró durante la primera mitad que le dolía.

Pero Russo, al parecer, preso de la tensión olvidó las variantes y le dio alas, como cierta bebida energizante, al rival. El equipo gestó dos escaramuzas al 64 y al 71 pero tibias y sin peligro. Millonarios no tenía balón y la táctica se caía a pedazos. Los cambios llegaron tarde, muy tarde, cuando al74, 76 y 84 ingresaron Maxi, Arango y Silva por Elicer, Ayron y Harold Mosquera respectivamente. Relevos a destiempo en momentos inoportunos, sumado a no tener el balón, bajar la presión y regalar la iniciativa solo podían dar un resultado: Al minuto 88 Aldo Leao Ramírez luego de una jugada de 8 toques y una marca pasiva entre Franco y sobre todo Hinestroza, anotó el 0 a 1.

Un golpe al ánimo del equipo y de nosotros como hinchas. Ya en ese momento y con poco por hacer, el equipo se fue con ánimo pero sin claridad. El tiempo no alcanzó y el final implacable y que no queríamos se hizo realidad: Derrota de local en un clásico.

A Russo no solo se le cayó el equipo, sino la táctica y lo peor: Se quedó sin respuestas. Un partido que se tenía controlado y que hasta se pudo ir ganando nos e le puede ir de esa forma. El contrario juega y tiene cualidades sin duda, pero en 45 minutos Millonarios demostró que si podía, pero hoy y con tantos regalos en un segundo tiempo era casi imposible pretender algo más.

Se suman 4 fechas donde el equipo no logra resultados. Solo los primeros 45 minutos hoy recordaron al buen Millos, pero si se realiza un resumen total, el equipo no muestra una buena cara.

Lo bueno, lo malo y la figura

Lo bueno: En un partido como hoy no destaco nada bueno.
Lo malo: La falta de respuesta táctica y los cambios tardíos de Russo. Con su experiencia y recorrido son detalles que no se pueden dejar pasar.
La figura: Jhon Duque (No es Copiar y pegar) pero dentro de todo, es impecable su funcionar con el equipo

Lo que viene…

Millos debe viajar a pasto, salida difícil donde el equipo debe, por fin, demostrar el fútbol que hace 4 partidos no aparece. Se debe ir a recuperar lo perdido en casa y, de paso, mejorar el penoso funcionar de visitante.


¡Vamos Millos!

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