GANANDO Y SUFRIENDO (OTRA VEZ)



Millos ganó un partido necesario que terminó, de nuevo sufriendo. Primer tiempo bueno, segundo para sufrir. Necesarios los 3 puntos, innecesario sufrir de más.

Abro esta crónica con un saludo muy especial a todas las madres. A ustedes, dadoras de vida, amor y ternura dedico estas letras referentes al triunfo de Millonarios. El equipo llegaba de una victoria contra Cortuluá en casa y ahora visitaba a Tigres, equipo en apuros por el descenso.

De entrada Millos salía con su 4-3-3 con una modificación obligada: La entrada de Silva por la lesión (Y posterior suspensión) de Kuffaty. El equipo, por lo peleada de la tabla a falta de tan pocas fechas del final, llegaba con la obligación de ganar para ir asegurando la entrada a los 8.

Bajo la lluvia, y luego de un fuerte aguacero en Bogotá, el partido inició y como era de esperar el campo, que respondió de impecable forma ante tanta agua caída, dificultaba el toque de balón a ras de piso y con ende las acciones de los dos conjuntos. Los primeros minutos se batallaban más de lo que se jugaba por el terreno y, Millonarios, no estaba cómodo al tener inconvenientes para jugar a ras de piso.

Fue tal la incomodidad, que los pases largos y erróneos primaban. El equipo mostraba ímpetu y deseo pero no podía concretarlo. Fueron minutos aciagos y de fútbol peleado. En la media cancha, posicionalmente Domínguez se ubicó en el centro, por izquierda Silva y por derecha Rojas donde, valga decir, se centraron la mayoría de los ataques del azul ya sea con Palacios o embates de Ayron o Mosquera. Hay que aclarar algo: Millos tenía más el balón pero no encontraba como atacar a Tigres, se tocaba, se buscaba pero no encontraba el espacio más indicado.

Poco a poco, Millos se dio cuenta que por la derecha podía atacar y ser más directo, ya que el campo y el rival no permitían mayores acciones. Fue con esa fórmula, como Silva con claridad puso un pase al vacío a Mosquera, este centra y le permite a Duvier Riascos solo en el área pequeña tocar para, por fin, abrir el marcador. Un gol deseado y peleado por como se daba el juego. Ahí, Millos se tomó confianza y empezó a explotar la velocidad de los 3 de arriba, sabiendo que la línea defensiva de Tigres se rompía con diagonales y fue en una de esas jugadas donde en un rebote Tigres comete una falta en las cercanías del área y, con una caricia sutil, Rojas impactó de tal forma el balón que anotó un fantástico gol. 2 a 0 en 6 minutos, tranquilidad y alegría sin par. El equipo siguió buscando y construía buen fútbol, sin dejar que Tigres llevara peligro al arco propio, ese buen juego pudo gestar un gol más pero no llegó. Al final del primer tiempo 2 a 0 y una buena sensación de cara a la segunda mitad.

No lo niego, pero por como se había dado el primer tiempo esperaba más goles de ‘el embajador’ para así sumar 3 puntos y aumentar la diferencia de gol en una tabla apretada, pero contrario a lo que yo esperaba y muy seguramente usted también, Millos cedió el control al local y Tigres, con escaramuzas llevaba peligro.

Ese Millos que controlaba, que ominaba y anotaba se había esfumado, mutando por uno que dejaba jugar al rival, que si bien se veía abajo en el marcador, con amor propio buscaba arco rival. El clima dio continuidad al juego fuerte, faltas y juego cortado. Millonarios no encontraba claridad y, por el contrario, se veía en la necesidad e regresar y defender los embates de un Tigres luchador.

El equipo buscó variantes con el ingreso de Cristian Arango y del debutante Cristian Huérfano por Duvier Riascos y Santiago Mosquera  a los 78 y 86 minutos de juego corrido, pero el equipo no solo seguía sin encontrarse sino que, había perdido esa claridad y lucidez para hallar arco rival, solo dispersada por una buena llegada en los primeros albores de la segunda etapa con una combinación entre Silva y Mosquera que el arquero local despejó de acertada forma.

Y como Millonarios había cedido el control, el balón y entregó espacios, faltando 2 minutos para cumplir el tiempo reglamentario en la segunda mitad, un centro venenoso de Tigres fue impactado por Jair Palacios y el esférico furioso se anidó en propia puerta. Ese gol en contra, llenó de angustia los 5 minutos finales (2 reglamentarios y 3 de adición), animando al rival que en 45 minutos estaba casi ‘knock out’ y en 45 minutos se animó hasta tal punto que preocupó a mas de uno.

Millonarios no puede seguir sufriendo los partidos y más estos que controla, genera y tiene opciones. El equipo, si bien tiene la "tensión” de buscar y sumar, debe aprender a asegurar los juegos y a cerrar sin angustias los partidos. Tácticamente es un error reiterativo que, afortunadamente, en el cierre del todos contra todos no nos cuesta puntos. De nuevo se gana, de nuevo se suma, se sube en la tabla, pero se debe buscar ajustar esos detalles en lo táctico y en lo mental a fin de, como dicen algunos, parar de sufrir.

Lo bueno, lo malo y la figura

Lo bueno: Los primeros 45 minutos del equipo. Fue práctico y controlo al rival
Lo malo: Las fallas repetitivas para cerrar los partidos.
La figura: Henry Rojas. Un golazo, marca, eficiencia y cumplimiento

Lo que viene…

Millonarios recibirá en la fecha 19 del torneo a Patriotas en el Campín. El partido se celebrará en el estadio el Campín este sábado 20 de mayo  alas 7:45pm. El equipo llega con 29 puntos y es la oportunidad perfecta para sellar la clasificación en casa. El equipo viene en alza y es el encuentro ideal para no solo ganar, sino para afinar esos detalles tácticos de cara a las finales del campeonato.

¡Vamos Millos!


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