REGALANDO PUNTOS NO SE PUEDE

Fotografía: Futbolred.com - Casa Editorial El tiempo

Millonarios regaló 2 puntos de local. Un partido que se tenía ganado termina en empate por errores básicos. Hoy el DT se nubló


Millos regresó a Bogotá para jugar la fecha 4 del campeonato. En esta oportunidad, enfrentaba a Rionegro Águilas con una importante victoria en el bolsillo en condición de visitante ante el Bucaramanga. 3 cambios se dieron para este juego: Quiñónez, Riascos y Palacio serían titulares y un potencial cambio en el parado del equipo: del 4-3-3 al 4-4-2.

Millonarios empezó, como no debería ser de otra forma, proponiendo en las primeras acciones del partido, pero contrario a lo que normalmente se ve con los combinados visitantes, Rionegro Águilas no se retrasó tanto a buscar defender, al contrario, presionaba y poblaba zonas del campo dificultando el juego azul.

A Millos le costaba generar opciones y Rionegro, al recuperar, daba buen trato el balón e iba al ataque con varios hombres, teniendo un adversario que proponía y buscaba algo diferente. Por su parte, el ‘embajador’ deseaba explotar mucho las puntas aprovechando la inclusión de Eliser y de Mosquera por izquierda y derecha respectivamente, pero el bloque y el orden táctico del rival hacía todo complicado.

Cuando no se tienen espacios, se busca la larga distancia como primera alternativa o jugar a primera intensión y con dinámica romper ese cerrojo. Millonarios buscó la larga distancia con Rojas y Mosquera, siendo este último el más dinámico al ataque. Palacios y Banguero subían pero no se generaban opciones con peligro. Ayron y Riascos, en el frente de ataque rotando en algunas oportunidades la posición, pero Ayron era el que más buscaba jugar por fuera y Riascos, en modo de centrodelantero.

Cuando el visitante tenía el balón y atacaba, Millos formaba dos líneas de 4 manteniendo esa presión que caracteriza a los equipos de Miguel Ángel Russo, lo que minimizaba la peligrosidad de los embates contrarios, siendo el eje de la recuperación del balón Jhon Duque, de gran desempeño. Al pasar los minutos, la presión de Rionegro fue cediendo y sumado a la dinámica que buscaba Millonarios, se abrían más espacios, hasta que en el minuto 38, una jugada de transición rápida, por izquierda, tiene como dueño del balón a Santiago Mosquera, que avanza con velocidad, levanta la cabeza y con una pegada exquisita de borde externo, le envía un pase a Riascos que, con el peso de un 9, anotó el 1 a 0 para el azul.

Un partido complicado, cerrado, donde por pequeños lapsos el equipo por la misma presión lucía disperso, con la anotación en una buena jugada se desenredaba. El primer lapso acabo con la posesión azul y un visitante confundido y pegando. Una ventaja necesaria para los segundos 45 minutos.

Sin cambios empezó la segunda mitad y la disposición táctica era la misma que la vista en los primeros 45 minutos. Pasaron los primeras acciones de juego y Rionegro, con nuevos aires, repitió la formula y cerró los espacios, saliendo un tanto más al ataque. En el minuto 57, una salida rápida de Millos casi se convierte en gol cuando Riascos no acertó su pase y un defensa, casi en la línea, le robó a Ayron del Valle la oportunidad de la anotación. Pero el visitante también buscó, y al minuto 64 un disparo de Daniel Hernández llevó peligro al arco de Vikonis. Un minuto después, Russo decide reacomodar las piezas y cambia a Ayron por Domínguez, para volver al 4-3-3 y a los pocos segundos del cambio, una buena combinación terminó en un fuerte disparo de Riascos que toca el arquero y se estrelló en el horizontal, por poco el segundo azul.

Al minuto 71 ingresó Steven Vega por Jhon Duque y al 74 ingresó Alexis Zapata por Rojas. Russo buscó darle aire a la mitad de cancha para, posiblemente, aumentar la presión en los últimos minutos del partido. Millonarios apostaba a las salidas rápidas y, de paso, regaló más el balón al Rival. Rionegro se tomó confianza, ya sus laterales subían y tenía más posesión.

Esa posesión y esa tenencia le brindarían más opciones de empatar y fue así como en el minuto 83, Daniel Hernández anotó decretando el 1 a 1 en el marcador. Hernández aprovechó esa falta de marca y la pasividad en defensa para anotar, previa jugada de pared en velocidad. Regalar el balón pasó factura y el 10 del rival supo cómo cobrar con creces. El problema no es “renovar” la media cancha, el problema surge cuando el colectivo no responde y regala la iniciativa, se relaja y cede.

Después del gol, Millonarios se fue a buscar la victoria y Rionegro, ahora sí, retrocedió defendiendo lo hasta ahora conseguido. Millos atacó dejando a Cadavid arriba, apostando por la presión ofensiva. Al 90+1, un desborde de Jair Palacios terminó en un buen centro, Mosquera le pegó con incomodidad y el balón se iba desviado. Millos se fue a buscar la ventaja y única la encontró. Un empate de local y dos puntos cedidos de forma infame.

El equipo regaló la iniciativa, volvió a estar perdido y los fantasmas del clásico, donde el funcionamiento desapareció, aparecían nuevamente. Sin generar y regalando la iniciativa, Millonarios le dio la llave a un Rionegro que sin un esfuerzo máximo se llevó un botín enorme. No se pueden seguir regalando puntos de local si se quiere aspirar a algo bueno, a algo grande. Mucho que replantear para este Millos que un partido sí, el otro no.

Lo bueno, lo malo y la figura

Lo bueno: Por el resultado, nada que destacar
Lo malo: La irregularidad y el empate. De local estos partidos se deben ganar
La Figura: Jhon Duque. Los 71 minutos que jugó fue claro y vital en la media cancha

Lo que viene

Por la Copa Águila, ahora Millos debe ir a Barrancabermeja por los octavos de final partido de vuelta. En la ida se ganó 2 a 0, una buena ventaja pero que no es determinante.


¡Vamos Millonarios!

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